Bogotá horror y belleza
Por: María Elvira Ardila
Después de vivir “2.600 mt más cerca de las estrellas" ,a finales de los 90 hasta inicios del milenio. Un porcentaje muy alto de los bogotanos sentimos que nos estrellamos en el pavimento y fuera de eso caímos en una arena movediza, es indudable que la percepción luminosa de nuestra ciudad se ensombreció y se fue al piso. Son pocas las líneas de fuga que los habitantes podemos tomar para encontrar una ciudad para soñar. Nuestra...
Bogotá horror y belleza
Por: María Elvira Ardila
Después de vivir “2.600 mt más cerca de las estrellas" ,a finales de los 90 hasta inicios del milenio. Un porcentaje muy alto de los bogotanos sentimos que nos estrellamos en el pavimento y fuera de eso caímos en una arena movediza, es indudable que la percepción luminosa de nuestra ciudad se ensombreció y se fue al piso. Son pocas las líneas de fuga que los habitantes podemos tomar para encontrar una ciudad para soñar. Nuestra Bogotá parece sacada de todos los Relatos Salvajes narrados en el reciente filme de Damián Szifron.
De la incertidumbre, de las microutopias y curadurías blandas inclusivas que nos enseñó el artista y pedagogo Gustavo Zalamea, del texto de la de Modernidad Liquida de Zygmunt Bauman, que presenta contradicciones, las tensiones no sólo sociales sino también existenciales que se generan cuando los humanos nos relacionamos y del tiempo sin certezas, de estos planteamientos nace y se estructura esta curaduría que piensa y realiza una cartografía de Bogotá con los 60 artistas invitados. La ciudad llena de contrastes, problemáticas, también como la ciudad que alberga a cientos de ciudadanos del país que piensan la ciudad como una tierra prometida, como una ciudad liquida en la que todos nos adaptamos sin garantías de nada, en una ciudad de nadie, pero que hoy reclamamos a gritos.
La percepción de pertenecía a una ciudad se trasladó en los últimos años a ideas pesimistas. Los años vividos durante 1995 hasta el 2003 se han esfumado, los jóvenes de 18 a 20 años y mucho menos los niños no saben del cambio positivo de la ciudad y no se acercan a los referentes pues casi todos han desaparecido: desde la convivencia ciudadana, tomar un taxi en la calle, salir a un concierto, hacer una fila en un cajero, ir a un clásico de fútbol, hasta poder transitar los parques en las noches o salir a caminar por la ciudad sin pensar en un robo de un celular que puede acabar en una muerte trágica.
¿Qué pasó?
La percepción se trasladó en los últimos años a ideas pesimistas y el imaginario del robo que deja el carrusel de la contratación deja el sentimiento de desesperanza, fija y peligroso en la sociedad y tiene formas de reproducción retorcidas en la sociedad como: la del tumbe de los taxistas, los robos con banda ejecutados por las empledas domèsticas, la de salida de los bancos, la de la cuenta en el parqueadero, en el supe Cade, en la comida rápida que se vende en los estadios y en los conciertos, en los talleres de carros, en los peajes, la de los motociclistas que se caen de su vehículo sólo para tumbar al que viene de atrás. Lo peor es que llega hasta una convocatoria de afiches para Rock al Parque evento organizado por el Distrito, lo más triste es que los ganadores en el 2013 y el 2014 cometieron plagio y de todas maneras fueron premiados. El primero usa una fotografía de un banco de imágenes de Shutterstock. Y la segunda imagen que celebra los 20 años del festival, roba las imágenes de diseñadores internacionales reconocidos. Ante esto ¿Qué les decimos a los jóvenes?
Los vínculos humanos se han roto, las vueltas son eternas, sacar un certificado es una odisea, hasta en los sitios dedicados a la cultura se grita, se atiende de mala gana, se inventan títulos de directores de algo o son parientes de alguien.
La falta de movilidad y el alto grado de stress de sus habitantes. Así, la Bogotá de hoy nos interpela a todos y nos habla de la belleza y de horror, categorías vigentes en la urbe.
¿Más horror que belleza?
Vivir la ciudad, una ciudad bipolar: belleza y horror, los del sur y los del norte, la pobreza y la riqueza, la supervivencia y la inseguridad, la ética y el robo, la tolerancia y el irrespeto, la puntualidad y el trancón.
¿Pero que nos detiene en Bogotá?
Sus atardeceres, sus montañas azules, los cantos de los pájaros en la madrugada, su clima a pesar de las lluvias, su vida cultural, los Cerros de Bogotá, las universidades y bibliotecas en la ciudad, la familia y la esperanza de tener la ciudad que soñamos.
Artistas participantes:
Liliana Abaunza
Pablo Adarme
Ana Adarve
Franklin Aguirre
William Aparicio
Fernando Arias
Jaime Ávila
Andrés Bernal
Carlos Blanco
Camilo Bojacá
Fernando Cano
Raúl Cristancho
Fernando Cruz
Beatriz Eugenia Díaz
Clemencia Echeverri
Rodrigo Facundo
Maria Consuelo García
Juan David Giraldo
Álvaro Diego Gómez
Sady González
Fernando Grisalez
Hugo Guanumen
David Guarnizo
Adrián Ibáñez
Freddy Jiménez
Juan David Laserna
Maria Adelaida López
Rosario López
Manu Mojito
Diego Mazuera
Ernesto Monsalve
Álvaro Moreno Hoffman
Nohemí Pérez
Diego Piñeros
Darío Fernando Ramírez
Sandra Rengifo
Ernesto Restrepo
Iván Rickenmann
Juliana Riveros
Maria Isabel Rueda
José Orlando Salgado
Gustavo Sanabria
Edwin Sánchez
Guillermo Santos
Carolina Satizábal
Juan Sebastián Testa
Javier Vanegas
Yorely Varelo
Leonel Vásquez
Gustavo Villa
Gustavo Salamea
Eduaro Arias y Karl Troller
Maria Fernanda Cardoso y Rodrigo Facundo
Santiago Echeverri y Rafael Antonio Rodríguez
Graciela Duarte y Manuel Santana
Colectivo Maski
Colectivo KKCK & More
Colectivo Popular de Lujo
Colectivo Proyecto Kennedy